Misión

El Concilio de la Montaña pretende ser una comunidad nacionalista que propicie enseñanzas en el ámbito de la biopolítica, el rescate de las tradiciones locales, nacionales e internacionales, tanto en historia, música y cultura, que se encuentran vinculadas con el legado sanguíneo que pueblos remotos nos han transferido junto a los valores éticos y morales desde la perspectiva nacionalista.

De otro lado se harán alianzas con otras iniciativas similares a nivel nacional e internacional, con el fin de dar a conocerlas en nuestra región, para impulsar ese llamado interior que sentimos muchos de nosotros y que orientará a los pueblos anestesiados por la incultura y la desinformación.

martes, 29 de enero de 2013

EL ESTADIO DE LA SABANA Y SU NACIONALIDAD, O EL RIDÍCULO DE SALUDAR CON SOMBRERO AJENO





Con profunda tristeza hemos asistido algunos pocos ticos, --- miembros de esta especie en extinción, --- a las pompas fúnebres de los últimos vestigios identitarios de lo que un día fue un país llamado Costa Rica. Me refiero a ese circo apestoso que se ha montado alrededor del estadio que construyo el gobierno de China en nuestro país y que la masa enajenada por los medios identifica cándidamente y hasta con orgullo idiota como… "su estadio nacional". 

Costa Rica, una nación que ayer prometía ser la capital  centroamericana por excelencia, tanto por su empuje, como por su liderazgo y mejor perfil humano, hoy es un paisito de tercera cada vez más decadente y tristemente similar a sus vecinos. Costa Rica un país que, en su momento, se sintió orgulloso de saberse diferente y diferenciado del resto de centroamericanos, tanto en la manera de interpretar su herencia ancestral, como su devenir histórico en el concierto de las naciones centroamericanas, hoy ya no es sino un vulgar traspatio en donde se acumula el clientelismo, la ingobernabilidad, la corrupción motivada  por la riqueza fácil, así como el fomento a la ignorancia. Y como resultado de esta delincuencia estatal, todo un sin fin de vicios degradantes que señalan inequívocamente que se acerca el ocaso para este curioso pueblo. 

 Como es lógico de suponer en una sociedad colapsada como Costa Rica y en medio de la decadencia moral que padece, el concepto de nacionalismo fue lo primero que desapareció del ideario del costarricense tradicional, o bien le fue cercenado, dando paso en su lugar, a la criminal globalización, al absurdo multiculturalismo y otras múltiples estafas ideológicas de moda; aceptadas ciegamente por el pueblo de Costa Rica como los nuevos y muy positivos paradigmas, simplemente por el mero hecho de ser novedosos. Así de patético, rápido y sin preguntar se traga las cosas este pueblo domado.  

La caída del viejo estadio nacional no fue simplemente la demolición de una vieja estructura. En su sencillez y modestia el anterior estadio representaba la verdadera Costa Rica, la del granizado y las empanadas. La del sobado, el algodón de azúcar y los churros de los turnos patronales. Representaba a la entrañable Costa Rica que aposto por el civismo y creyó ingenuamente que de veras existían los políticos honrados y un sistema electoral casi divino. Aquellos sueños candidos, pero honestos del ayer, el costarricense ahora los esta pagando caro y más dolorosa  serán la deuda en el futuro. Que alto es el precio de la candidez y del obcecado deseo de seguir comulgando con un sistema que hoy nos tiraniza alegremente y nos lanza en los brazos de pueblos extraños, dispuestos a devorar todo a su paso, sin misericordia y con el único afán de llenar su enorme vientre milenario. 

 El estadio de la sabana construido por los chinos es el símbolo de los tiempos oscuros de esclavitud que se avecinan. Es la marca de hierro en el lomo de la res. Es la evidencia física de que pertenecemos ya a un nuevo amo, si se quiere mas cruel, déspota e inhumano que el anterior.  China, gobernada desde hace milenios por la quinta casta de los Tiu-Kiu-Koui, una pequeña etnia explotadora, mafiosa y comerciante venida de la india, que manipulo de antiguo a emperadores y desde las sombras mantiene, hasta nuestros días, el dominio sobre este enorme país. Son los mismos que apoyaron a la revolución de Mao y han corrompido el alma de este pueblo, volviéndolo inhumano y explotador.  La China comunista, el monstruo que esclaviza a sus propios hijos y no respeta forma de vida alguna, ha hincado su garra en este paisito infectado de tolerancia, vagabundearía, ambición absurda, frivolidad, vicio e ignorancia. Pues un país como Costa Rica que no sabe de donde viene y hacia donde va, es presa fácil de cualquier depredador. Recordemos, además, que los invasores siempre son ayudados por los  traidores domésticos que nunca faltan en el seno de toda nación. Buen cuidado tuvo pues el enemigo de nuestro pueblo, durante décadas, en borrarnos todo vestigio de identidad, confundiendo y oscureciendo lo que nuestros antepasados tenían muy claro. 

…Y ahí va la chusma borreguil en manada, alegremente y con los cerebros entumidos presumiendo estupidamente de un estadio nacional que solo es nacional en su imaginación. En tanto, desde afuera nos seguirán viendo como lo que somos: unos pobres papanatas sin identidad, sin creatividad, ni recursos para emprender, por nosotros mismos, una infraestructura que de verdad simbolice el  talento creativo de la nación costarricense. Porque yo me pregunto: 

¿Representa el estadio de la sabana un triunfo de la ingeniería civil costarricense? 

NO, porque esta obra fue concebida por ingenieros chinos. 

¿Representa el estadio de la sabana un triunfo de la economía costarricense? 

 NO, porque se trata de una  donación, entre comillas, y al estado no le  costo ni un cinco y de acuerdo al saqueo estatal jamás hubiese podido costearla el gobierno. 

¿Representa el estadio de la sabana un éxito de la originalidad imaginativa de la arquitectura costarrisence? 

 NO, porque su diseño esta inspirado en otros estadios similares alrededor del mundo y su apariencia no tiene nada que lo caracterice y lo haga resaltar, de cara a los de afuera, como nuestro. 

¿Representa el estadio de la sabana, al  menos, el esfuerzo del músculo del trabajador costarricense? 

NO, porque, aparte de los chinos, la mayoría de operarios fueron nicas inmigrantes.

Entonces el estadio de la sabana no es nacional,  a lo sumo el terreno en el  que esta puesto.  

Por supuesto, habrá quien alegue que el teatro nacional también fue construido por  extranjeros. Pero esta es otra historia muy distinta y el teatro nacional es nacional por las siguientes razones:  

1-Fue pagado por la mano trabajadora costarricense que bajo el café de las matas.  

2-Se descontaba, además, un porcentaje del total del precio pagado por nuestro grano a los dueños costarricenses de fincas para la construcción de dicha obra. 

3-Se contó con canteros y picapedreros nacionales. Los obreros fueron costarricenses. 

 4-El diseño neoclásico o, más bien ecléctico,  estaba en línea con el pensamiento e idiosincrasia de nuestro pueblo: Costa Rica todavía tenía claro que, culturalmente, era una extensión de la cultura europea, y esto era algo que se consideraba, en aquel momento, no solo deseable, sino el orgullo de estar adheridos a lo mejor de la civilización occidental.  

Es por todas estas razones que el teatro nacional ES NACIONAL, porque retrata fielmente la identidad costarricense por ser, precisamente, una amalgama y una síntesis de la misma en su mejor momento.  

Tratemos pues, de llamar las cosas por su nombre. Tengamos la dignidad y el mínimo de inteligencia para aceptar que ahora existe en la sabana un foro deportivo con mas capacidad, al estilo de las grandes naciones, pero que fue construido por el talento chino y no tico. Esto en si, no tiene nada de malo: la cooperación entre los pueblos es algo deseable, siempre y cuando no haya estafa de por medio. El aporte de otro pueblo no conlleva ningún problema en tanto no atente contra la dignidad, ni se convierta en una burla para otros. Pero de ahí a llamar NACIONAL, a una obra  que no lo es, hay un abismo. 

Sin embargo, mientras llega el día en que, por fin, nos de el cerebro para aprender a discriminar positivamente las  cosas, hoy para el mundo somos el hazmerreír por el ridículo que significa que manos y recursos extranjeros erijan un obra denominada por nosotros mismos… nacional. 

 Y como tampoco nada es gratis en la vida y la tacañería de los chinos es proverbial, el estadio de la sabana costara alma vida y corazón al pueblo de Costa Rica. Por ejemplo: El estadio de la sabana ha resultado ser el tapabocas perfecto para encubrir la salvaje explotación de tiburones que las flotas chinas realizan en aguas nacionales con el beneplácito de las autoridades gubernamentales. Cada expedición pesquera china arrasa entre 130.000 a 200.000 tiburones. A estos animales, aún vivos, se les quitan las aletas y se tiran al mar de nuevo. Recordemos que cada plato de aletas de tiburón cuesta alrededor de 100 dólares. Por supuesto las autoridades han recibido la orden de no intervenir ante este masivo saqueo de nuestra riqueza marina y su mercado clandestino, no sea que los chinos se enojen y el estadio se quede sin terminar: ESTO ES CHINA. 

También el estadio de la sabana estará acallando la explotación de costa pájaros y la construcción de una marina china, para esto se ha erradicado a la población autóctona con el cuento de que es inestable vivir en ese sitio por razones telúricas. El agua potable se ha cortado para obligar a los habitantes del lugar a emigrar: ESTO ES  CHINA. 

En su  propio país ,China , utiliza la tortura y la brutalidad, y entre otros disidentes mantiene prisionero al premio Nóbel de la paz, Liu Xiabo ,un premio que ,en este caso ,si es bien merecido, pues se trata de un verdadero mártir de la paz que languidece en una oscura prisión ,torturado y posiblemente reo de muerte por pretender acusar al régimen asesino e hipócrita chino ante el mundo. Sin embargo es ante este mismo régimen criminal que nuestro premio Nóbel de la paz Oscar Arias, se inclino y le beso los pies, todo en aras de su ambición personal.

Que el régimen chino es esclavista, es un hecho.  En china mueren por malos tratos y hambre 500 personas por año, que se sepa. Tampoco los niños escapan a esta explotación criminal y las muertes se dan por miles. Cientos de etnias son abusadas en sus derechos mas básicos  y obligados a trabajar solo por la comida. ESTO ES CHINA.

La lista de las atrocidades que se cometen en este país son innumerables, para no mencionar el despiadado y sanguinolento negocio del que se hace victimas a los pobres animales. 

 Así pues, Costa Rica estará obligada a  hacer concesiones a los  chinos y de esta forma veremos como esta raza se ira apoderando de nuestro país, lentamente, como un cáncer amarillo; y sus costumbres bárbaras vendrán a sustituir lo ultimo y lo mejor que heredamos de una estirpe, tal vez no perfecta, pero si mas noble. 

Queda por ultimo saber, si los mismos que ayer lucharon contra el TLC con USA, hoy se tiraran a las calles en una cruzada patriótica, como dicen ellos, por el atropello y el abuso que ha significado que la oligarquía que nos gobierna, haya firmado un nuevo TLC con el  imperialismo chino y su visión explotadora y esclavista. Me refiero a la izquierda anquilosada y obsoleta costarricense, la cual no movido un dedo ni se ha manifestado por esta nueva imposición cultural. No es de extrañarse, este grupo de sepultureros de identidades, se compone de imbeciles, oportunistas y cínicos, que no ven mas allá de sus absurdas teorías sociales y consignas fosilizadas. Son una quintacolumna del mismo sistema que nos gobierna y, como pueden ver, tan nocivos para una nación como cualquier otro invasor. 

En definitiva, el estadio de la sabana con su pictograma chino que representa una estrella de seis puntas, firma del autor de dicha obra, seguirá siendo el encierro de miles de ticos que, banderita tricolor en mano, y cantando su himno nacional, servirán de espectáculo risible y patético a otros pueblos. No olvide esto cuando vaya de visita al estadio nacional de los chinos.
 

Enviado por: Sociedad Amigos de Costa Rica

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